abril 12, 2011

...aquellas pequeñas cosas.

Hace unas semanas atrás corté indiscriminadamente y sin ningún tipo de conocimiento jardinero, unas ramitas de una planta muy linda que tenía mi amiga M en su estrenada, extraña y linda casa chorizo en el barrio de Boedo. (Debí haber escrito sobre esta linda casa y esa linda tarde, cuek!! o sobre la música que compone mi amiga M: Cardias. Será tarea para la casa!!!)


Bueno, asi que me las di de Matilde dedos verdes (jajajja !!! qué antigua. ¿Alguien vió esa teleserie?  claro está que la dieron por la TV chilena señores trasandinos, jajaja. Si no es chileno, no haga el esfuerzo por recordar. Será en vano! cue cue)
Disculpen, prosigo: me  llevé la ramita a mi casa, la puse en un frasquito de vidrio con agua y me olvidé. Pero hace unos días, recordé su existencia. Ahí estaba, muy calladita a un costado de la ventana, pidiendo por favor que le llegaran los últimos rayitos de sol del otoño porteño. Me acerqué a chusmearla y para mi sorpresa, estaba en plena actividad de supervivencia! Comenzaba a mostrar sus primeros intentos de raíz. O sea, la muy bestia, a toda fuerza quería seguir viviendo! Grosa!!!

Así que esta es la prueba fotográfica de tan grande azaña.
( ojo al piojo: con la cámara aun no me manejo. Estamos trabajando para usted! jajaja)


1 comentario:

tiare dijo...

que lindo!!!! me gusta la foto!
quiero ver como crece esa plantita! y además hay que bautizarla!!... yo y mi afán por ponerle nombre a todo..
beso